Ayer tuvimos una agradable y bonita visita en Valmiñor, una de las bodegas con las que trabajo situada en la zona del Rosal, en el punto más sureño de las Rías Baixas. Los alumnos del Basque Culinary Center, llamados a ser los próximos grandes profesionales de la cocina, hicieron una parada en su ruta recorriendo algunos de los puntos más importantes de interés gastronómico del “mar de Arousa” y la denominación de origen. Una cita con el futuro, con los jóvenes que en pocos años serán los protagonistas del sector, y que deben conocer de primera mano los productos de mayor calidad de nuestro país.
Como el grupo de alumnos era muy grande, se dividieron en 3 autobuses e hicieron la visita a O Rosal a tres espacios a la vez: Lagar de Cervera, Terras Gauda y Valmiñor. Para explicar en profundidad todo el trabajo que realizamos, les hicimos un recorrido por la bodega para explicarles cómo elaboramos y después catamos cuatro vinos: Valmiñor 2015, Davila 2015, L 100 2013 y Castañal C 100 2013. Generó mucho interés la comparación entre las diferentes tipologías y estilos de los tres blancos y les sorprendió muy gratamente el tinto, Castañal 100.
La directora técnica de Valmiñor, Silvia Marrao, les explicó las características de los viñedos de AgroValmiñor y las peculiaridades de las variedades con las que trabajamos. El vino que en general les gustó más fue el albariño Valmiñor 2015 por la nariz frutal y potente que tiene.
El Basque Culinary Center es la primera Universidad de Ciencias Gastronómicas y Artes Culinarias en toda España, y tiene sede en San Sebastián. El centro está dirigido por diversos cocineros de prestigio nivel mundial como Juan Mari Arzak, Martín Berasategui, Karlos Arguiñano, Andoni Luis Aduriz o Pedro Subijana, entre otros.
Valmiñor trabaja viñedos de las variedades Loureiro, Treixadura y Albariño que crecen sobre tierras bajas, a unos 300 m de altitud, bajo la influencia del clima atlántico de la costa sur de Galicia, pero también con la personalidad que imprime estar situados muy cerca del río Miño. La materia prima y un gran respeto por la tradición son sellos de esta bodega, que les ha llevado a conseguir numerosos reconocimientos internacionales.
Estamos encantados de recibir a las nuevas generaciones. ¡Vuelvan cuando quieran!