Tras esta tremendamente irregular primavera, en la que ya se han registrado más precipitaciones en los primeros días del mes que en todo enero, seguimos más que pendientes del cielo para la cosecha 2018. Nos encontramos en plena floración de las viñas, y aunque es frecuente que llueva algún día en esta época del año, lo que es absolutamente normal, el frío y las fuertes precipitaciones sí que son factores que podrían afectar por completo a la uva en esta campaña, estropeando de forma irremediable la flor.
Estamos pendientes, más que nunca, del anticiclón de las Azores y de las nuevas variaciones climatológicas que, según los expertos en meteorología, podrían tener su origen en el llamado efecto Ártico. Este polo, al calentarse y desaparecer por tanto sus capas de hielo más sólidas, provoca situaciones extremas para el tiempo de esta época del año, tanto por calor como por precipitaciones.
Si continúa lloviendo con fuerza, corremos el riesgo de perder mucha uva y en cuanto salga el sol, estaremos frente a una epidemia de alto riesgo de mildiu por altas temperaturas y mucha humedad. Así lo ha advertido la estación fitopatológica de Areeiro, en Pontevedra, lanzando una alerta fitosanitaria para que los viticultores extremen la vigilancia. Ya en mayo hacía la misma observación la Estación de Viticultura y Enoloxía de Galicia (Evega).
¡Prevenidos, listos, ya! Los viticultores están tratando de minimizar las patologías que se presentan este año, para evitar la proliferación del hongo en el fruto que salga adelante, superada la fase de floración entre lluvias y frío anormales. Viñedos de A Rúa ya se han visto afectados de forma puntual, con lo que en Ourense han tomado buena nota de cara a que el sol asome por fin a los cielos gallegos y la temperatura suba de los 15° C.
Panorama complicado en el que poco se puede hacer. Como mucho, adelantarse a los pronósticos más desfavorables y poner huevos a Santa Clara. Un 2018 que se juega su cosecha en unos cuantos días. En pocos días sabremos algunos datos más. ¡Que venga el caloret, pero poquito a poco!